Es un proceso judicial breve cuya finalidad es restituir la tenencia de un bien a quien se considera con derecho a él.
No es necesario ser dueño del inmueble para iniciar su desalojo, sino que alcanza con tener derecho a recuperar su tenencia. Ejemplo: Juan alquila a Roberto un departamento que pertenece a la madre de aquél. Si el contrato de alquiler (técnicamente se denomina contrato de locación) vence y Roberto no devuelve el inmueble, Juan puede iniciar el juicio de desalojo debido a que tiene derecho a solicitar la restitución en su carácter de “locador”.